martes, 26 de abril de 2011

Son tan solo eso, recuerdos.

Todavía recuerdo aquella vez en la que estábamos tu y yo sentados en la orilla del mar. Tu, tan iluso y tan cabezota. No reconocías aquello que de verdad importaba. Ese '' te quiero '' se transformaba en un '' te adoro ''. Podía sentir tu piel mojada, ese beso que me volvía loca, las ganas de estar a tu lado y no separarme nunca de ti. Por dentro me mataba ese remordimiento de '' ¿ Le perpederé? o tal vez ''¿ se cansará? ''. 
No consigo olvidar esas palabras que salían de tu boca: '' Nunca me separaré de ti ''. Y brindo por ello, por el echo de que sea mentira. De que todo haya sido una farsa. De que tu, no estés aquí, a mi lado y no es culpa mía, si no tuya. Hice todo lo posible por tí. Para quererte y para que me quisieras. Pero me cansé de luchar por algo que no llevaba a ninguna parte.

Te quise tanto, que me quedé ciega.

1 comentario:

  1. Ohhh, que bonito.
    Me quedo con lo de ''Y que no es culpa mía, sino tuya''
    Te sigo Hermana, te quiero.

    ResponderEliminar